En medio del ahogo y la incertidumbre, después de intentarlo todo y no ver ninguna mejora en tu situación, ha llegado el momento de transformación. No te estás derrumbando, simplemente la vida te está dando una oportunidad de re-evaluar y reconstruir. Abraza este momento de caos, porque es quizá el regalo más grande que has podido tener.
Las situaciones dolorosas nos transforman, nos sacan del piloto automático en el que muchas veces nos dejamos sumergir, y nos hacen cuestionarnos lo que es realmente importante para nuestra vida. Estos pequeños terremotos aparecen en momentos en los que, o tenemos algo que aprender o simplemente debemos cambiar de camino.
Como seres humanos solemos aferrarnos a situaciones buscando la forma de tener control absoluto sobre todo lo que nos sucede, nos hacemos imágenes mentales de todo aquello que queremos lograr, olvidando un poco el cómo nos queremos sentir. Al cuestionarnos lo que realmente queremos y sentimos, todo lo que nos enseñaron durante tantos años ya no lo sentimos como nuestra única verdad, y es aquí donde abrimos paso a la transformación interna que nos permite reconstruir nuestras bases con cimientos mas fuertes. Nos abrimos a nuevas alternativas y construimos un sistema de creencias y valores que surge a partir de nuestra propia experiencia, y no los ideales impuestos por la sociedad y las instituciones en las que nos desarrollamos. Salir de estos esquemas con los que nos hemos definido e identificado durante tantos años hace posible que generemos cambios desde lo más profundo de nuestro corazón. Sé que quizá en este momento es difícil entender el por qué, pero te aseguro que una vez trabajes en tus miedos, liberes las cargas que te impiden ver con claridad, y abras tu corazón a las alternativas que el universo tiene para ti, vas a entender que todo ha tenido su razón de ser. En medio de la incertidumbre surgen los milagros, así que llora si lo necesitas, suelta y libera esos sentimientos que te han pesado quizá por más tiempo del que eres consciente. Date la oportunidad de sentir, mirar hacia adentro y SER.
Con amor,
Cata.
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